lunes, 29 de diciembre de 2008

Hagamos de nuestra ciudad un lugar agradable.

El otro dia me sorprendió una clienta dandome las gracias por lo bien que la habia tratado, me dijo que quedaba poca gente como yo en el mundo, con sensibilidad, con amabilidad, que trate a los demas con cariño, me dio un beso y me deseo feliz Navidad, y eso me hizo pensar.

¿Por qué tenemos tanta prisa que no nos paramos a pensar en que los de al lado tienen sentimientos? si vamos en el autobús no saludamos al conductor, si vamos a comprar nos molesta que la cajera tarde , exigimos un trato que nosotros no somos capaces de dar, exigir es siempre la premisa, nunca nos paramos a pensar que tenemos que dar para recibir. Esto mismo lo observe cuando un chaval intentó bajar del autobús, en vez de pedir por favor , habra la puerta, de muy mala forma grito : la puerta!! Y resulto una escena desagradable cuando fue un descuido del conductor, el chico bajo del autobús y casi todo el mundo pensó, que poquita educación.

El otro día estuve en Ikea, y un caballero me ayudó a colocar la caja del mueble que llevaba, sin pedírselo, sólo porque le pareció que necesitaba ayuda, me alegré muchisimo de ese hecho, luego pensé : hay gente amable aún en el Mundo, es curioso que en ocasiones veamos a un ciego a punto de darse una torta porque no ve y nos quedemos mirando en vez de avisarle, o que veamos a un carterista en plena acción desvalijando una cartera y seamos tan cobardes que miremos hacia otro lado.

Una vez vi un fragmento de una obra de teatro experimental , consistía simplemente en un actor sentado en una silla, y le golpeaban, una y otra vez, y nadie decía nada, es por el hecho del miedo que tenemos a hacer el ridículo, si te quedas dentro del grupo estas protegido por el , asi que tenemos miedo escenico y nos quedamos observando como si fueramos los espectadores de una representación.

Hace unos años lei algo sobre el poder de la sonrisa, si alguien es amable contigo y te sonrie, es facil que se contagie en ti esa sonrisa, que alguien vera y es posible que le hagas sonreir, con lo cual se crea una cadena que con un poco de suerte vuelve a ti en poco tiempo. Por eso yo intento ser siempre amable con todo el mundo, y me armo de paciencia cuando alguien no lo es conmigo para no romper mi “rutina” a veces es difícil conseguirlo, pero es necesario pensar un poco en ello, creo que lograríamos que nuestra ciudad fuera mas humana.

Aprovecho esto para desearos con un poco de atraso Feliz Navidad!! Y que mediteis esta Nochevieja sobre la necesidad de la sonrisa en estos dias de crisis.

Que tengais un buen dia.

1 comentario:

Mildolores dijo...

El dia de Navidad me encontré, mientras hacia mi tirada larga en bicicleta, una chica con su coche parada en el arcén. Había pinchado, el móvil estaba apagado, sin batería, y ella intentaba marcar sin exito el número de su casa para que alguien la viniera a buscar.
Paré, me ofrecí para cambiar la rueda. Yo estaba sudado y cansado y al parar el frio me entraba hasta los huesos.
La muchacha me miraba con sorpresa y desconcierto. No entendía como después de 65 kilómetros en bici y con otros veintitantos por delante me parase voluntariamnete a cambiar una rueda.
Pues porque es lo suyo. Nada más. Me educaron así y no voy a cambiar.
Se ofreció a llevarme a casa porque después del parón creo que empecé a tiritar y los labios se me pusieron morados.
Me negué agradecidamente. Tenía que terminar mi entrenamiento.
Me estrechó la mano con las dos suyas en un apretón de los de verdad y se marchó.
Creo que no tiene importancia.
Pero me gusta pensar que ella también pueda creer que todavía hay algo de civismo y cordialidad.
Me esfuerzo aunque no lo consiga.
No sé si valdrá la pena, pero me siento bien.